Panamá fue sacudida en abril de 2016 por la revelación de
11.5 millones documentos de la firma forense local Mossack Fonseca. La
divulgación de los ‘papeles’
sacó a la luz pública numerosas sociedades anónimas que
existían con el propósito de esconder dineros mal habidos de importantes
personajes del mundo entero. La legislación panameña creó la figura de la sociedad
anónima en 1927 para servirle a capitalistas, rentistas y gobernantes, tanto de
EEUU como de Gran Bretaña. La legislación era copia de la existente en el
estado de Delaware (en EEUU) y algunas jurisdicciones “off-shore’ de Gran
Bretaña. El des-cubrimiento de los documentos fue financiado por un grupo de
fundaciones de EEUU y Europa, con apoyo de la USAID, agencia
gubernamental norteamericana. El grupo de ‘Think-Tanks’ creó un
Consorcio mediático en Washington con una red de 150 periódicos en todo el
mundo. La revelación de las sociedades anónimas creadas por abogados panameños
en los paraísos fiscales de EEUU y jurisdicciones británicas, forma parte de
una campaña norteamericana de atraer a su sistema bancario las fortunas más
grandes del mundo. Según fuentes del mundo financiero, se están buscando sumas
de dinero escondidas que fluctúan entre 3 y 25 millones de millones de dólares.
Para tener una idea del monto involucrado, el producto interno bruto de EEUU
fue de 18 millones de millones de dólares en 2015. Ese mismo año, el PIB
mundial estaba cerca de 80 millones de millones. (El PIB de Panamá superó los
50 mil millones de dólares en 2015).
El diario La Prensa de la capital panameña, miembro
de la red del consorcio, no ha dado a conocer los nombres de los panameños ni
de sus bienes en las sociedades anónimas creadas fuera de Panamá, especialmente
en Europa y EEUU. En las listas dadas a conocer sólo aparecen 100
norteamericanos, cuyas fortunas son relativamente pequeñas.
En el número 153 de TAREAS, el economista colombiano
Salomón Kalmanovitz publica la tercera parte de un trabajo que aborda la
política fiscal de Panamá en la primera mitad del siglo XX. Es precisamente en
esta época en que Panamá creó la legislación para que empresarios norteamericanos
y europeos escondieran sus ‘tesoros’ mal habidos en las llamadas ‘sociedades
anónimas’. Para aquel entonces fue un acierto para el fisco panameño que estaba
en necesidad de más recursos. Pocos años después Panamá complementó las
sociedades anónimas con legislación que convirtió la bandera nacional en una
mercancía que podía ser adquirida por dueños de flotas marítimas para evadir
los impuestos en sus países.
La revista trae como tema central ‘La teoría de la clase
media’. Encabezan las contribuciones un trabajo del historiador panameño
Enrique Avilés, quien aborda la década de 1920 y el papel de ‘Acción Comunal’,
grupo opuesto a las políticas oligarcas y, sobre todo, a la presencia colonial
de EEUU en la Zona del Canal. Enseguida se presenta el artículo del sociólogo
chileno, Ricardo Yocelevsky, quien ubica a las clases sociales como actores
colectivos privilegiados en los procesos históricos. La entrevista de Nahuel
Placanica a Natalia Milanesio es muy revelador de cómo el aumento de los
ingresos de sectores de la clase obrera puede hacerlos sentirse como miembros
de la clase media. Entre los temores más grandes de las clases medias es no
poder distinguirse de los sectores populares. Paúl Krugman, Premio Nobel de
Economía, plantea como las políticas neo-liberales están contribuyendo a la
desaparición de la clase media en EEUU. Por último, una nota de Antonio
Gramsci, fundador del Partido Comunista italiano, muerto en las mazmorras de
Mussolini, se refiere a la clase media en una formación social capitalista.
TAREAS también publica dos artículos teóricos sobre
la ‘de-colonización’. Uno de Richard Morales, politólogo panameño, quien
citando a Aníbal Quijano plantea que ‘seguimos siendo lo que no somos’. El
otro, del sociólogo peruano César Germaná, plantea que “el patrón de poder
colonial/moderno ha entrado en una crisis estructural”.
Cierran este número los artículos de Osman López y Emilio
Pantojas. El primero analiza la coyuntura hondureña que refleja el ‘empate
catastrófico’ de la correlación de fuerzas sociales que convierte a la
oligarquía en una máquina indiscriminada de violencia, incluyendo asesinatos
selectivos y golpes de Estado. El segundo anuncia una posible solución final al
status colonial de Puerto Rico, como consecuencia de la bancarrota de la oligarquía
de la isla y la negativa del Congreso de EEUU de encontrarle una solución a la
crisis fiscal.
21
de julio de 2016.
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