¿Puede Africa darle lecciones al resto del mundo? En particular, ¿a los pueblos de América nuestra? Aminata Traoré, quien fuera ministra de Cultura y Turismo de Mali y candidata a la Secretaría General de las Naciones Unidas, genera fuertes debates cuando se refiere a los problemas mundiales de la coyuntura actual: El terrorismo, la democracia y el desarrollo.
Los medios silencian las voces
africanas. Parecieran no existir. Los periodistas Alex Anfrus y Elodie Descamps
entrevistaron a Aminata Traoré en forma extensa. Aquí reproducimos lo esencial
del mensaje que proyecta su voz a un mundo convulsionado y víctima del despojo.
¿Cómo analiza el fenómeno
terrorista que asola África y todo el mundo?
En primer lugar hay que analizar rigurosamente las causas: ¿Por qué
ahora? ¿Y por qué por todas partes? Precisamente porque se han globalizado la
injusticia, la desesperación y el desprecio. En la década de 1990, como
consecuencia de las políticas de ajuste estructural, sonó la alarma: “cada año
hay entre 100.000 y 200.000 jóvenes diplomados que llegan al mercado laboral y
el modelo económico no crea empleo”. ¿Qué se puede hacer? A
menudo los jóvenes solo pueden elegir entre el exilio y el fusil. Estos dos
fenómenos contemporáneos y concomitantes están vinculados intrínsecamente al
lamentable fracaso de un modelo económico que Occidente no quiere cuestionar.
Para muchos medios y analistas el yihadismo emanaría directa y
principalmente de la religión. ¿Considera suficiente esa
explicación?
Si fuese así, ¿por qué no surgió mucho antes ese
pensamiento del radicalismo religioso? Fue a partir de las décadas de 1980 y
1990 cuando numerosas personas abandonadas por culpa de las políticas
neoliberales fueron a las mezquitas y al Corán a buscar respuestas al desempleo
y a la exclusión. Si no hubiese sido así, en Irak los generales de Sadam
Hussein no habrían encontrado islamistas en Abu Ghraib para sentar las bases
del Estado Islámico. ¿Cómo llegaron a introducirse en los en los barrios
pobres? ¿Por qué fascinan también a la “clase media”? Hay un vacío ideológico
abismal que no se quiere reconocer.
Si en la actualidad
los pueblos dispusieran de más justicia, más empleo y más respeto se podrían
garantizar la paz y la seguridad, pero eso supondría que los que dominan
deberían renunciar a parte de sus privilegios. No pueden. Eso sería hacerse el
harakiri reconociendo que se equivocan. El modelo no crea empleo y no responde
a las demandas sociales. Para disfrutar hoy de la paz, una paz auténtica y
estable, y de la seguridad humana –que no hay que confundir con la
“segurización” - hay que introducir en el debate los asuntos mineros,
petroleros y otros. Garantizar la seguridad humana a los individuos por medio
del empleo, la sanidad, la educación y otros servicios sociales básicos
considerados gastos improductivos.
¿Cuáles son,
desde su punto de vista, los desafíos de la sociedad civil y de los
intelectuales africanos del siglo XXI?
Hay que ir más lejos
en el trabajo de desmontaje de las ideas recibidas y de descontaminación de las
mentes sobre el crecimiento, la emergencia y otras historias absurdas. Si el
sistema fuese bien, ¿por qué se encontraría Europa en una crisis existencial
que la está conmocionando? Pienso que las soluciones prestadas han revelado sus
límites a la luz de nuestras experiencias, de nuestras vivencias, de nuestras
aspiraciones. Por desgracia una gran parte de los que se denomina “la sociedad
civil” no se atreve a levantar las cuestiones que enfadan a los “donantes”.
Localmente no pueden hacer nada sin la ayuda de la “comunidad internacional”.
Aminata Traoré
concluye recordando a Patrice Lumumba el héroe moderno de Africa:
A muchas personas que habrían podido y quisieron hacer
cosas se lo impidieron. El asesinato de Patrice Lumumba fue el acto fundacional
del caos político. Los asesinatos políticos a lo largo de las década de 1960 y
1970 traumatizaron y disuadieron a los dirigentes que querían fundirse con sus
pueblos.
En la actualidad, cuando
hablamos de la sociedad civil, a menudo está formateada, es prudente e incluso
timorata. Ahora está surgiendo un
sentimiento de revolución interna frente a la segunda recolonización del
continente que no deja indiferentes a los africanos. Hay que capitalizar esos
esfuerzos de cuestionamiento para desarrollar nuestra capacidad de proposición,
de anticipación y de acciones transformadoras de nuestras economías y de
nuestras sociedades en el sentido del interés común.
Africa se prepara
para darle lecciones al resto del mundo.
23
de junio de 2016.
Excelente. Hay miles de voces Africanas y un movimiento muy importante de DESCOLONIZACION liderado por Sur Africa. Para añadir a estas voces mis preferidos son: El filosofo Camerunés Achilles Mbemeb a quien le acaban de traducir al español su libro: CRITICA DE LA RAZON NEGRA. Y el profesor Farid Esack. El libro de Mbembe se puede comprar por amazon kindle en español por solo $10 Balboas!!
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